La vela de papaya y melón es lo más. Tiene un aroma tropical riquísimo, dulce pero tranqui, nada empalagoso. La prendo y siento que estoy en una playa, con los pies en la arena y cero preocupaciones. Posta, cambia el ambiente al toque.
Lucía G.
Los difusores de varilla de Ojalá son una locura. El aroma se siente todo el día, incluso en espacios grandes, y dura muchísimo. Se nota que están hechos con buena calidad, nada artificial ni pesado. Desde que los uso, mi casa siempre huele increíble sin tener que hacer nada.
Olivia M.
La vela de cookies es una delicia. Huele a galletitas recién hechas y te dan ganas de quedarte en casa todo el día. Es como un mimo.
En Ojalá creamos velas y aromas que inspiran, abrazan y despiertan recuerdos. Cada aroma es un ojalá encendido, una pausa con sentido. Hecho con amor, para acompañarte.